Anoche no dormiste nada. Nos turnamos en velarte el sueño tratando de que cerraras el ojo y nada. Estamos muertos de cansancio. Pero la recompensa una sonrisa de oreja a oreja como si hubieras dormido como angelito toda la noche.
Estas semanas han sido de mucho aprendizaje, la sonrisa sin duda es la que nos tiene embonados… el sábado nadaste por primera vez, no ten encantó pero tampoco te disgustó. A tu defensa el agua estaba un poco fría y eres bastante intolerante al frío.
También fuimos a pedir Halloween por primera vez, no entendías nada pero la pasamos muy bien.
Ya me muero de ganas de que seas más grande y que puedas disfrutar todos estos pequeños momentos junto con nosotros. Por otro lado no queremos que crezcas. Estás increíblemente bello.