Todas las mañanas que te llevo a la escuela te quitas los zapatos y si no logro detenerte también los calcetines. el otro día estabas tu mismo impresionado de lo grandes que están tus pies y de lo grandes que están tus piernas.. me los presumiste varias veces..
Jugando con tus pies mientras manejabas, te agarre el dedo gordo del pié y te lo jalé, tronó.. tu reacción fié increíble.. “Otra vez papá, mi pie se echó un pun”.. ja ja ja…
Y como solo se puede hacer “una vez al día”.. me lo pides sin falta!