Hoy te escribo desde el aeropuerto de Nueva York, hace ya más de 7 días que no te veo y te extraño, te extraño más que nunca… quizá porque la otra vez que te deje de ver estabas más chiquito, pensaba que mi presencia, o mi ausencia no serían de tan gran importancia… hoy pienso distinto, hoy pienso en lo que me he perdido y por eso estoy aquí, en plena terminal del aeropuerto escribiéndote una carta a tí, mi hijo chiquito, mi lindo niño sonriente…
Te veo por skype y te veo grande y hoy quiero confesarte mi tristeza porque siento que me he perdido de tí. No sé si son mis ganas de lamentarme y culparme constantemente por lo que no hago en vez de aplaudirme lo que dí, pero hoy, después de casi 9 meses de que naciste, debo confesar mi culpa.
Cada día que despierto quisiera hacer todo por ustedes, la mejor mama, la más divertida, la más paciente, la más linda, la más cariñosa, la más creativa, la más entregada, etc. Sé que hago mi mejor esfuerzo, que me trato de dividir en mil pedacitos, etc. Pero aún así, al final del día me queda este sentimiento de no haber dado el ancho lo suficiente, de no haber sido lo suficientemente paciente, o lo suficientemente divertida, o lo suficientemente equilibrada entre los dos, etc. Así es, creo que es parte del sentimiento de ser mamá… No me gusta, no sé qué hacer con él, pero tampoco creo que haya mucho por hacer… It sucks!
Pero en el fondo, y cuando trato de analizar cada situación, muchas veces sé cuando hice bien y cuando no.
Y hoy te escribo porque me quiero confesar… Siento que me he perdido de ti y eso me da tristeza. Las prisas, tu hermano grande y absorbente, la comodidad y la resistencia (todos sentimientos míos) me hicieron tomar una decisión, o varias, de las que hoy estoy arrepentida y antes que cualquier cosa te quiero pedir una disculpa. Perdóname amor mío, perdóname chiquito hermoso que por estas razones y seguramente más, y sin que ninguna tenga el pesa suficiente te deje a un lado, te abandoné por ratitos y dejé que alguien más disfrutara contigo momentos invaluables y hermosos simplemente por yo no esforzarme un poquito más.
Me cayó el veinte el otro día que vi a una mamá con su recién nacido en los brazos, chiquitito, de semanas, feliz, disfrutando, sin preocuparse de nada, sin prisas… y pensé… yo quisiera más de eso, yo quisiera regresar el tiempo y no haber tenido tanta nana ni tanta enfermera, yo quiero que mi hijo sea mio, que me huela, que me respire, que me sepa suya… Y de nadie más… Y aquí me encuentro hoy… con una tristeza profunda porque sé que el tiempo no lo puedo regresar, pero también sé que más vale tarde que nunca.
Quiero que me deje de perseguir el tiempo, el deber ser… quiero ser suya para siempre, de ustedes 3, que siempre que volteen ahí esté yo para lo que necesiten… siempre siempre, siempre…
Así que perdón chiquito hermoso, perdón por no haberlo hecho antes, perdón por lo perdido pero aquí estoy toda tuya…
Te amo siempre, y más cuando comento errores…