Me cuesta trabajo escribir cuando estoy con ustedes, y no porque no quiera, sino porque en el momento prefiero mil veces estar con ustedes que irme a mi rincón a escribir. Disfruto inmensamente ver cómo se revuelcan como cachorritos, cómo gritan por atención, cómo tienen la capacidad de repetir en un minuto más de 60 veces la palabra mamá, cómo en un abrir y cerrar de ojo estás arriba del sillón brincando sin que me diera cuenta, cómo de la noche a la mañana crecen, aprenden y son, cada día más personitas. Los amo intensamente…
Y hoy, que me encuentro a miles de kilómetros de ustedes –to be precise, I´m in Boston, in a train fram Boston to NYC, in my seat, next to dad- tengo tiempo no sólo de escribirles sino de acordarme de ustedes, de lo maravillosos que son, de cómo me han hecho crecer y de lo infinitamente feliz que me hacen cada instante.
Y aunque cada día que pasan preguntas Pedro con más insistencia cuándo vamos a regresar y tú Tomás gritas y te sangoloteas más mientras estamos skypeando, creo que a todos nos sirve extrañarnos, nos sirve hacer cosas distintas y nos divertimos de maneras diferentes.
Hace apenas dos días me decía Abu que eran las 9 de la noche –siiiiii 9 de la noche!!! Y no se dormían!!! – y echaban relajo a todo su esplendor… Pedro prendía la luz, Tomás se reía, Pedro le pasaba libros, Tomás le pedía más jajajajaja que diversión, me encanta que empiecen a jugar más que se rían más juntos, que entiendan los chistes del otro, etc. Abu ya estaba cansada pero yo no podía dejar de reír ni de querer que un día me pase a mi, uno sólo ehhh jajaja… Son padres los hermanos, quieren otro?
A mi se me está antojando otro…
Echen siempre relajo, jueguen, retosen, cuiden al otro, estén juntos, compartan, es de lo mejor de la vida!