Tengo miles de áreas de oportunidad, más de las que yo quisiera pero feliz de que me ilusione cada vez tener menos y ser cada vez una mejor persona para mí misma.
Paso 45 minutos 3 veces a la semana más más tratando de encausar por el bien esos errores o áreas de oportunidad.
Hay uno de esos defectos que no me gusta y quizá porque resume muchos de mis defectos o áreas de oportunidad. El dinero.
Seguramente por la historia, por las carencias y los excesos, por los miedos, por las inseguridades, por el sentirme menos, por las apariencias y por la ansiedad aprendí a que el gastar mucho, el tener dinero y lo que el dinero conseguí me iba a curar de santos de todos esos sentimientos y emociones que me estorban…
Hoy a mis 35 me he dado cuenta, lo cual no quiere decir que he aprendido, que de nada sirve el satisfacer momentaneamente algo que en 3 minutos resurge el sentimiento de insaciedad inicial.
Quiero arreglar y aprender eso, quiero no tener que tener, quiero satisfacerme con lo emocional y no con lo tangible, quiero que sea suficiente y quiero enseñarles eso a ustedes, que sepan que lo importante está dentro del corazón no fuera. Quizá deba este ser un propósito de este nuevo año. Y sé que todo debe de empezar por no juzgarme yo misma, porque a veces creo que son los demás, pero soy yo quien cree que una bolsa me hará sentirme mejor o más y no es verdad.
Aprendamos juntos, valoremos juntos y de antemano una disculpa por todas aquellas veces que no he sido buen ejemplo para ser un mejor adulto.