Fuimos a los XV años de la nieta de la Sra Martha, Ana Ceci.
Fuimos y aprendimos mucho más de lo que hubiéramos pensado, aprendimos realidad.
Y aunque sean pocos años los que tienen, Tomás se quitaba de los ojos el humo que salía de los anafres de la comida y Pedro decía que la casa estaba fea.
Están chicos para darse cuenta pero no para aprender. Ese humo y ese disgusto es un ejemplo de carencias y es un aprendizaje para que valoremos todo lo que sí tenemos.
Gracias por habernos recibido tan bien.