De chiquita disfrutaba mucho cuando hacía proyectos, ya fuera yo sola, con los abuelos, Titi o un grupo más grande de personas era muy feliz.
Estos podían incluir desde ordenar mi closet y tirar al piso todo lo que había en cada repisa para poder empezar a ordenar de nuevo en cada una, reacomodar mi cuarto y mover los muebles por todos lados, algún proyecto de arte que incluyera cera derretida, órganos de papel de china, barro, manualidades, galletas, pasteles, disfraces, bailes, etc.
Me encantaba y ahora les he encontrado un nuevo sentido… Verles sus caras, su asombro, su felicidad, su capacidad de disfrutar, el hacernos parte de algo a todos, el hacer cosas distintas, el vivir, el acaparar y hacer para poder guardar en nuestra mochila de recuerdos, el inventar, el crear, el salirnos de la caja, etc.
Me encanta que quieran hacer cosas, que hagamos experimentos, que ustedes mismos experimenten y se les ocurran nuevas cosas. Ya sea ver por dónde caminan las hormigas, cómo se mueve el la brillantina en un frasco o cómo se siente la pintura en las manos.
Creemos, hagamos cosas locas, arriesguémonos, disfrutemos, hagámoslo juntos y jalémonos el uno al otro a siempre descubrir chico y grande lo que está a nuestros alrededores, sin miedo…