No hemos ni terminado febrero y ya están pensando en lo que quieren que les traiga Santa. Qué hermosa época! Es ahí donde creo que las fantasías valen oro!
Todo empezó porque fuimos a una tienda donde hay motos para niños, motos de juguete pero al final del día una moto.
Entonces tú solito dedujiste que eran caras y que justo la tienda en la que la habíamos visto era la tienda de Santa. Así que llegaste a la casa a hacer tu carta J
Me encantó que pensaste en Tomás y pediste una azul para ti y una verde para Tomás. Obvio la de Tomás no podía ser tan “chingona” como la tuya jaja así que la de él por ser “chiquito” no podía tener velocidades jaja hasta dibujo le tocó a Santa!
Que emoción ser niño… ojalá y así lo veas, es padre, hay sueños, hay fantasías, es padre verles las caras de ilusión!