Reitero, los niños son mucho más inteligentes que muchas veces nosotros los adultos. Son simples pero mucho más inteligentes.
Ayer me preguntaste que por qué tenías el pelo de un color distinto a Papá, a Tomás y a mi. Me dijiste que no te gustaba ser diferente y que querías tenerlo como nosotros.
Fuera de que casi corro al salón a pintarme rayos y hacerme el pelo del mismo color que tú, te expliqué que estaba padre y que tenías el pelo del color que papá lo tenía cuando era chico. Medio te tranquilizó mi respuesta pero tu reacción inmediata fue decirme que estaba bien porque cuando fueras grande lo vas a tener del mismo color que nosotros.
No tienes idea que la mayoría de la gente en este mundo quisiera tenerlo como tú, pero entiendo esta parte de sentirse distinto, de no ser como los demás, de sentir que no pertenece. MI amorcito divino yo hoy te puedo decir que eres super amado y especial, que ser especial está increíble y que el pelo no te hace más o menos. Pero que entiendo el sentimiento y que realmente estoy pensando en pintarme el pelo solo para que no te sientas solo. Pero también es un gran aprendizaje. En la vida “no siempre podré pintarme el pelo” para que tu te sientas acompañado, así que seguramente este será un pequeño aprendizaje.
Te amo mi pequeño güero, te amo por ser tan especial y tan sensible. Te amo por siempre, decidas lo que decidas, hoy y siempre.