Hubo comida en casa y al terminar mamá y yo estábamos recogiendo todo, en una de esas nos abrazamos y sin decirnos nada nos sonreímos y agradecimos mucho el estar parados donde estábamos. Durante la comida nos los chulearon a nuestros hijos, que ambos eran unos niños felices. Eso nos hace inmensamente feliz a nosotros.