Ha sido todo un tema… Pedro entró a los 6 mese, le encantaba, se echaba de clavado y buzos y todo. De pronto, después de una gran gripa o temporada por la cual la dejo, la empezó a odiar, no quería meter más allá del cuello al agua, por ninguna manera.
Salimos de aquella natación porque era un enfermadero terrible y cada vez que había agua involucrada nos teníamos que asegurar de no meter la cabeza, de llevar flotis, de que hubiera chapoteadero etc. Pero la angustia de que no supieras nadar ahí estaba.
Nació Tomás, y el aventado se quería aventar al agua antes de los 3 meses. Haces bucitos, y medio te mueves en el agua pero tampoco duramos en dicha natación por los fríos.
Decidimos mudarnos al club de Abu que ahora es club de todos… Tuvieron un maestro muy lindo pero que los consentía tanto tanto que nunca avanzaron y ahora que los pusieron al mismo tiempo pero con maestros distintos han avanzado muchísimo, en menos de 3 semanas Pedro mete la cabeza al agua, busca cosas debajo del agua, hace buzos, se sumerge, etc…
Yo, como mamá gallina, feliz de la vida!