Me encanta verlos jugar… es increíble ver cómo se les iluminan sus caritas al crear e imaginar qué pueden jugar… llegan de la escuela, comemos rápido y tienen toda la tarde para jugar y siempre se les hace poco tiempo…
Juegan mucho a las atrapadas, a los coches, a los trenes, a pintar, a disfrazase, etc. Les encanta ir a brincar al tumbling, andar en bici o moto, jugar al supercito, a la cocinita, etc.
Es ver en silencio como sus cabecitas van a mil por hora… inventando, creando, pretendiendo…
Esa es una de las razones por las cuales me encanta Kuruwi, porque les da la oportunidad de jugar casi todo el tiempo, de crear, de aburrirse y por ello crear…