Cuando un berrinche se activa se enciende un botón en mi cuerpo malo, muy malo… Mi paciencia empieza a agotarse tan rápido como se degluten un Yakult, se puede casi escuchar como se va terminando. Pero la verdad es que he aprendido y me considero buena en tomar un respiro, ponerme en sus lugares y tratar de entender. Funciona la gran mayoría de las veces…
Pero el berrinche es como un claro ejemplo de cómo cuesta trabajo modularse, de cómo la frustración es difícil de aceptar y manejar…
Yo hoy en mi edad adulta hago berrinches, los manifiesto de manera distinta pero igualmente son berrinches y creo que esto de respirar y bajarme a un nivel de comprensión me convierte en alguien mucho menos berrinchuda, porque lo primero de lo que me dan ganas a la hr del berrinche es ponerme yo también a llorar y mandar todo ala fregada.