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LOS AMIGOS

Recuerdo que una de las cosas que más me marcaron cuando me fui a Brasil a vivir fue el darme cuenta que la vida no era como yo creía una vez vista desde lejos…

 

Los matices son distintos y la realidad se distorsiona menos… fue curioso como el tío que era lo máximo de cerca era un poco hipócrita o interesado, como la prima que pensaba que era mi alma gemela de cerca no le era yo tan importante a ella como ella a mi… y así.

 

26 años más tarde, la realidad me volvió a pegar de una manera parecida.

 

Hoy siento que nos venimos y nuestros amigos y familia no lo sintieron como nosotros, no nos extrañan y no nos piensan como nosotros a ellos.

 

Y lo duro es que se mezcla con que acá no ha sido fácil, ni menos, hacernos de alguien cercano.  En estos 115 días no hemos alcanzado ni uno… Duele, duele saberse insignificante ante los otros, duele sentirse olvidado y hoy me duele más por mis hijos.

 

Me duele ver cómo ellos extrañan pero como no los extrañan de la misma manera, me duele ver cómo lo que teníamos en cuanto a relaciones era bastante aparente más no real, duele como ver cómo quieren invitar a quien sea a la casa con tal de tener un conocido en casa, duele verlos sufrir, porque son perdidas y cuando uno pierde, duele.

 

Yo he tratado en el inter de hacer mis esfuerzos, pero me cuesta me cuesta porque de por si el tema en mi vida es complicado… eso de las pérdidas, las sociabilización, el entablar relaciones, etc. no es algo fácil, y ahora, sintiéndonos así, es complicado.

 

Pero hay algo super rescatable en todo esto… nos redescubrimos a nosotros mismos… nos encontramos teniéndonos solo a nosotros enfrente y eso quita forzosamente la neblina y las distracciones y nos fortalece más como familia de 4…