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HARVEY WEINSTEIN

 

Existe en la actualidad un movimiento llamado “Mee too”… Este adquirió mucha importancia pero en realidad ya había muchos otros, que si la trata de mujeres, o no te cayes, etc…

 

Todos tienen en común el alzar la mano y rechazar los abusos sexuales.

 

Estoy totalmente de acuerdo, pero tengo mi propia opinión.

 

Yo nací en un país machista, donde las mujeres si votaban, trabajaban y estudiaban pero no de la misma manera.  Soy de un país donde las mujeres distan de acceder a un cargo público como el de presidente, soy de un país donde las actividades de los hombres y de las mujeres están bastante sesgadas, crecí en un familia donde se hacía lo que mi papá decía y donde mi hermano no tenía hr de llegada a pesar de llegar borracho y yo si simplemente por el hecho de ser mujer y con una mamá que no me permitía así casi ni darle la mano al novio porque no me fuera embarazar.

 

Tuve la grandiosa oportunidad de estudiar en una escuela mixta, de estudiar una carrera donde había un equilibrio entre la cantidad de hombres y mujeres; pero entré a trabajar en un ambiente de hombres, con hombres que no pensaban que las mujeres somos igual de valiosas, hombres machistas, hombres mentirosos, hombres que usaban su poder par convencer a mujeres, hombres que me pedían que me fuera más sexy a la junta o que no fuera a la junta porque era en un lugar que no aceptaban mujeres más que las que bailaban en tubos…

 

La revolución del movimiento Mee Too llega con un fervor imparable, con culpa, con dolor y con grandes cicatrices sin sanar.

 

Llega a satanizar a los hombres que vieron a las mujeres como un objeto y en el peor de los casos las forzaron a hacer cosas que no querían.  Con lo cual estoy totalmente de acuerdo… pero en algún momento de la conversación parece que se olvidan de la individualidad de la mujer, de su poder, su fuerza y de los momentos en lo que todas nosotros no pudimos decir que no, seguramente no porque no quisiéramos, o porque la sociedad estaba demasiado tipificada o porque teníamos miedo… pero no lo hicimos… y ahí yace mi pregunta… no somos nosotras igualmente responsables?  O más? Porque estamos hablando de nosotras mismas… ellos (que perdón mi intensidad pero también hubo ellas) tomaron su decisión y pidieron o forzaron algo… pero no pudimos nosotras haber pedido algo distinto, haber forzado algo distinto, haber salido corriendo por la puerta? Haber dicho que no?

 

Yo no soy actriz de Hollywood a la que no se le pagan la misma cantidad de millones de dólares por rodar una película que a mi contraparte masculina, pero si soy una mujer que no peleó por no tener hora de llegada como mi hermano en parte porque también me gustaba sentir que había un límite y alguien esperándome a X hora, soy una mujer que permitió por no tener el valor, ser la asistente de 3 hombres que desde que empecé a trabajar con ellos sabía que me veían distinto y menos que a ellos mismos, que me vestí sexy para la junta, que asentí a una relación extramarital donde tenía todas las de perder porque no creí merecer más, que no me fajé los pantalones para probarme lo contrario; pero que también creo que los hombres y las mujeres SOMOS DIFERENTES Y BUSCAMOS COSAS DISTINTAS…

 

Y sí, siempre debe de imperar el amor y el respeto, pero yo quise ser mamá, yo quise trabajar menos horas, a mi mi esposo me da seguridad, yo acepté no ganar dinero por estar con mis hijos, yo también dije que sí a todo eso con el pecho abierto y el corazón en alto…

 

En esta discusión y en este movimiento que se hizo grande por un famoso productor de Hollywood que aceptó que forzaba a las actrices a tener relaciones a cambio de papeles de películas también está la mujer que aceptaba, a la que no le ponían una pistola o la drogaban para tener relaciones y ella con tal de conseguir el papel X o Y lo hacía…

 

Hoy somos una consecuencia de nuestras propias decisiones, siempre lo hemos sido de hecho…

 

Y también en esta guerra existen las mujeres en altos puestos coorporativos que solo quieren tener a mujeres al sus alrededores porque existe un enojo y un recelo muy grande y tienen la necesidad de ahora hacer a un lado a los hombres, no entrevistarlos simplemente por lo que tienen entre las piernas… y para mi, eso es caer en lo mismo…

 

Así que asumamos más y responsabilicémonos de lo que hacemos, porque si, siempre es más fácil echar culpas que voltear hacia adentro.