Les he platicado muchas veces del complicado ritual que empieza a las 7:30pm y termina en el mejor de los casos 30 minutos después y en el peor casi 90 minutos después.
Se junta que en ese momento ya estoy cansada, ya están cansados, ya no tenemos paciencia, ya no tenemos pretextos buenos, tenemos el reloj encima, etc.
Pero empieza con que tenemos que ir a dormir, no quieren, con que tenemos que apagar la tele, no quieren, con que tenemos que dejar de jugar, no quieren, con que hay que lavarse bien los dientes, no quieren, con que hay que hacer pipí sin pelear quien primero, no quieren, con que hay que traerles agua con hielos, no quiero, con que hay que acomodar la cama y las sillas porque ya no usamos barandal, no quiero, hay que poner el ruido blanco, que si cantas una más, que si podemos dar las no gracias, que si podemos contar algo del día, que si, me quedo unos minutos más, que si me quedo toda la noche la que prometí una vez al mes, jaja o lo que sea.
Encuentran como sacar miles de ideas y como al final del día chantajear un poco.
Ayer me dijiste que si el día de tu cumpleaños me quedaba a dormir. Dije que si luego luego pero también me quede con una culpa terrible.
Para mi esa hora ya es cansada pero entonces me dejo de dar cuenta que para ustedes que yo me quede es algo grande e importante y no me debería de costar tanto sabiendo que para ustedes es algo importante.
Lo difícil luego se vuelve el término medio… Pero prometo hacer algo al respecto, y más ahora que invitarlos a dormir a mi cuarto (que ha sido una manera de hacer planes de pijamada juntos sin que sea tan tedioso) va a ser un poco más difícil con Simón!
Gracias porque por lo menos a la fecha sigue siendo su mejor plan estar con nosotros y eso es invaluable! Los amo!