Llegaste a nuestras vidas a hacerlas más felices.
Tienes la mejor actitud, te adaptas a todo, casi no lloras, comes perfecto y ya gateas para todos lados. Quien iba a pensar que eres el niño que tenía altísimo el tono muscular…
Gracias por tus carcajadas, por dejarte cargar por tus hermanos y sonreir, por ser especial y por tener esa chispa que los tres compartes que hacen que no solo yo me derrita sino que se note hacia afuera y todos lo vean.