Cuando Pedro era chiquito además de la natación que más que un deporte yo lo veía como una clase de supervivencia en el agua, no hacía otro deporte formalmente. Cuando iba en Road School intentamos meterlo a soccer pero no le agarró la onda.
Cuando llegamos a Miami lo metí al equipo de soccer de la escuela para que se integrara, el mismo decía que no le gustaba.
Y uff… le ha cambiado al vida.
Tomás va y le gusta pero no lo ama como Pedro. Estamos en búsqueda de algo más que le encante.
Quiero proponerme tennis y base o basket… a ver qué es lo que más le gusta. Lo que sea pero algo que lo haga sonreir. Y Simón, a ver, igual y nos sale gimnasta….