Con la pandemia salimos poco, si no es que nada. Al principio nuestra primera salida era en coche, pero se mareaban pues ya estaban desacostumbrados. Luego salimos en bici y la disfrutábamos muchísimo pues había una sensación de libertad. Fuimos a la playa, al jardín botánico a hacer picnic, etc. Pero salir lejos y encontrarnos con una población distinta representaba un riesgo diferente.
Nos lanzamos un fin de semana a los Keys. Lo mega gozamos. El plan era ir a snorkelear. Resultó que JC, Tomás y Simón se marearon tanto que vomitaron y no pudimos ver ni un solo pez. En mi caso, no pudimos ni siquiera bajarnos del barco pues tenía a todos los demás enfermos. Jajaja… pero nos encantó el viaje. La ida y vuelta, la experiencia, y el regresar a sentirnos más libres. A revalorar nuestra libertad que cuando la teníamos no la sentíamos.
Tengo ganas de regresar y snorkelear!