Te metiste al Karate. Todo empezó con Mulan. Lo amabas, amabas la idea del uniforme, de las katas, de que fuera distinto a algo de tus hermanos. A nosotros nos gustaba también. Pero también era duro, el Sensei era demasiado duro, no había convivencia con otros niños, empezó a ser a la fuera y decidiste no regresar. Titubeamos mucho pero tenías tus razones muy bien plantadas. No querías algo que no fuera en equipo, donde no dejaran hablar, donde el sensei fuera mala onda y dijera e hiciera sentir mal a los demás o se burlara de la gente. Creo en el fondo que el Karate es demasiado fuerte y disciplinado para ti. Pero bueno, lo hiciste después de que te graduaste de cinta amarilla. Te fuiste en “alto” y hablaste tu personalmente con el Sensei. Espero te hayamos ayudado a tomar la decisión correcta.
Ahora emprenderemos la búsqueda de un nuevo deporte. No sabemos si será base ball o tennis. Lo que te guste será!