Todos los adultos estamos vacunados. Abi, Abu, el Abuelo, papá y yo. La verdad es que es una gran tranquilidad. Primero fuimos papá y yo. En realidad primero fueron papá y Paco jaja y luego yo. Nos fue bien, fuera del piquete y tener sueño todo un día nos fue bien. Eso nos dió un poco de respiro pero por otro lado tenemos a 3 monstruitos que no están vacunados por los cuales nos debemos de seguir cuidando.
Luego un día nos contó Abi que se vacunarían en Aculco ella y Esther. Y justo los abuelos iban a intentar vacunarse en esos mismos días en México. Pero no lo lograban. Entonces, mientras Abi y Esther se regresaban de la playa para agarrar vacuna, los abuelos agarraban carretera para poderse vacunar en Aculco. Lo lograron!
Nos dió cierta tranquilidad pero como que la vida sigue en semi pausa. El abuelo bajó mucho de peso aparentemente simplemente por estar encerrado.
Un año y medio después de que empezo todo esto aquí seguimos con altas y bajas, con gente recayendo y con miedo. La hemos pasado bien, indiscutiblemente, pero el miedo ahí está, de pronto aparece, las historias tristes de gente que muere o está grave…