No sé, el reencuentro de pronto impone un poco. Ahora resulta que los días antes de venir se empezaron a enfermar. Sobre todo Pedro. Acabó con Decadrón la mañana del vuelo y 10 días después sigue con tos. Quién sabe qué bicho les dió… o más bien, no sólo yo tenía miedo de venir… sino que ustedes también absorbieron mi angustia y acabaron tosiendo y enfermando. Lo siento!