Ha cambiado muchas veces de nombre. Lo que si es que siempre ha sido importante, desde que llegó el primer chupón a nuestra casa en aquella cuna de terapia intensiva hasta hoy. Pedro lo dejó a los 5 años sorprendentemente mucho más fácil de lo que habíamos pensado. Tomás sigue adicto. Y en un principio le decía mmmmmmm, luego pupon y ahora es Michu…. Tienes una increíble manera de ponerle diminutivos o abreviativos jaja a las palabras increíble!