Desde que tengo hijos me he dado cuenta mucho más de mis discapacidades, habilidades, defectos y atributos.
Al principio de mi maternidad quería hacer lo mismo que papá y además lo mio.
Sentía que por qué si el jugaba a X o Y yo no quería, no podía o no me nacía.
Me enojaba conmigo misma y me empujaba a lograrlo.
Después de muchos años, de terapia, de otro hijo y de miles de experiencias poco a poco fui aprendiendo que no tenía por qué hacer lo mismo o querer lo mismo. Me di cuenta que yo era buena para cosas diferentes, que me salían naturalmente otras cosas y que no pasaba nada si había cosas que no me encantaban.
Una de ellas es bajar al parque. Papá es buenísimo para bajar, bajar con cosas, estar horas, socializar y dejarlos jugar horas.
Yo no soy tan buena.
Entre que me da flojera, los bichos, el bajar muchas cosas, el que mis inseguridades se interpongan en el camino, el que me encuentre o no me encuentre a nadie, el que tengo prisa para hacer algo más, en que soy menos flexible que papá con los horarios, etc. etc. etc.
Y aunque sé que él siempre va a ser mejor para eso y de ninguna manera quiero ganarle su lugar o hacerle la competencia. Si creo que debiera yo de echarle más ganas porque a ustedes lo hace muy muy felices! Y además en el fondo a la que más estaría ayudando es a mi misma….