Un día a las 2 de la mañana sonó la alarma. A las 2:10 volvió a sonar. A las 3 de nuevo. Por más que quise evitar que se dieran cuenta y no se enteraran en una de esas saltaste como resorte y acabaste llorando del susto en mi cama.
Todas esas veces era falsa alarma. Sonó, además de esa alarma que levanta muertos el de la recepción diciendo que era falsa alarma.
A partir de ahí un miedo te inundó… Tenías pesadillas de alarmas… Te imaginas que se incendia el departamento y mueres por no poder salir. Y yo no he sido capaz de ayudarte a estar más tranquilo. Perdoname mi amor… mientras esté yo, haré TODO TODO TODO lo que pueda para que estés más tranquilo, seguro, feliz!