Cuando estaba embarazada de Pedro siempre, hasta incluso acostada en el quirófano pensaba que estaba maravilloso tener un hijo pero ningún momento ni hasta horas después de eso me imagine lo fantásticamente maravilloso y satisfactorio que sería…
Hoy que tengo pasadas 37 semanas de embarazo creo que me encuentro en el mismo punto o parecido que antes de entrar al quirófano. Siento que no tengo ni la más remota idea de lo que será ser mamá de otro ser humano fantásticamente maravilloso…
No sé cómo se va a dividir mi corazón en 3, o más bien cómo se multiplicará en 3 pero sé que lo hará…
He pensado mucho en qué y cómo hacerle con su cuarto… He pensado más que en cualquier cosa en Pedro y los cambios que tendrá… En cómo le afectara y encantará la llegada de Tomás a nuestra casa… Quiero que estés bien, que te sientas querido y amado y sobre todo que entiendas que esto es lo mejor que nos va a pasar en la vida a los 4.
En fin, quiero ver si consigo unas letras iguales a las de Pedro para arriba de la cama de Tomás… Y quiero poner el cambiador en medio, así va a haber más espacio para jugar…
Y ahora que ya estoy sin reposo quiero hacerles muchas cosas… quiero pintar murales, arreglar juguetes, etc… (No me dio tiempo de los murales pero siguen en mi to do list)
Sepan que todo lo que hacemos papá y mamá por ustedes es para que se sientan bien, para que sean felices, para que aprendan que lo más importante en la vida es ser felices y luchar cada uno por su propia felicidad y por sus propias metas…
Nunca se dejen caer, nunca dejen que alguien les diga que no pueden, siempre pueden, ustedes encontrarán la manera. Eso sí! Hay que trabajar todos los días para ello, pero saben, vale mucho muchísimo la pena…
Ahora Pedro, sé que estás medio molesto conmigo… sé que prefieres a tu Abu o a Papá, entiendo que lo que está pasando te tiene desconcertado… yo solo espero que sepas que también esto es un acto de amor por ti y para ti, para todos, y que en ningún momento te dejaré de amar ni un gramo!